La primera tumba a la que llevaron flores data de hace 13.000 años, según los enterramientos de la Edad de Piedra descubiertos en Israel. Desde entonces, la mayoría de las sociedades y religiones han adoptado el uso de flores y pétalos en las costumbres de muerte, desde Babilonia a Egipto, la América prehispánica o la India. En sus orígenes servían además para enmascarar el olor de los muertos, velados entonces durante días. #cementerio #chiloé